Por Gerardo Reyes y el equipo de Univision Investiga La periodista conservadora Ann Coulter disfrutó cada una de las palabras que usó para describir la satisfacción que le produciría el espectáculo de ver indocumentados corriendo en la frontera con México ante la amenaza de un dron que los persigue. “Me encanta la idea del gran muro de Trump”, comentó Coulter en agosto del año pasado durante la presentación del candidato republicano Donald Trump en una gira por Iowa. “Yo quisiera tomarme dos tragos por lo menos, y convertirlo en una gran atracción turística mundial con un show diario en vivo cuando alguien trate de cruzar la frontera”, agregó. Esta versión contemporánea del circo romano es solo una muestra poco conocida del giro que está tomando la retórica electoral en Estados Unidos, basándose en lo que muchos coinciden en identificar como la estrategia del miedo. “Creo que el señor Trump es un vocero del discurso del miedo. Creo que es un perfecto ejemplo de cómo instalar el miedo en una comunidad con algún propósito que no es claramente visible para la población en su conjunto”, señaló la sicóloga María Basualdo, quien trabaja con inmigrantes agrícolas al sur de Florida. La retórica ha demostrado ser muy efectiva en materia política y de negocios. Trump ha forzado a los demás candidatos republicanos a endurecer su discurso antiinmigrante, lo que se refleja en mayores contribuciones y adeptos de campaña. Pero el negocio del miedo ha multiplicado también las ganancias de toda una industria que se lucra del control de la inmigración: empresas de seguridad y defensa fronteriza, centros privados de detención, proveedores de...

El laberinto de Marvin

Marvin Corado calculó que sería feliz al quedar libre. “Como éramos antes’’, dijo, en víspera de salir del centro de detención Broward Transitional Center, en Pompano Beach, al sur de Florida en 2012. “Una familia que nada de estos obstáculos los pudieron separar”. Los obstáculos de lo que hablaba Corado tenían que ver con con el drama que han vivido él, su esposa y su hija desde que llegaron a Estados Unidos en busca de trabajo y tranquilidad hace 16 años. Los Corado no lograron lo que soñaban. “No regresó el marido que salió un día de mi casa a trabajar (…) No sé, no sé qué ha pasado pero mi vida no ha sido la misma desde que lamentablemente él entró a migración’’, dijo su esposa, Leslie. Durante tres años y medio el equipo de Univision Investiga siguió los pasos de este inmigrante guatemalteco de 32 años para entender el alcance de todos los negocios lícitos e ilícitos que han girado alrededor de su drama, desde el día en que su padre hipotecó su casa para pagarle al traficante que lo trajo a Estados Unidos hasta el último pago de un abogado de inmigración en Miami. El tiempo que Marvin estuvo en el centro de detención para migrantes significó en promedio un ingreso superior a 20,000 dólares para GEO Group, la empresa dueña de ese centro. Para el año que Marvin estuvo detenido GEO Group recibía del gobierno federal un promedio de 166 dólares por detenido cada noche, una cifra que hoy asciende a 193 dólares. “La inmigración es un negocio muy lucrativo para los inversionistas, los accionistas y los...

Los trinos de Trump

En marzo de 2015 Donald Trump escribió a sus más de 4.5 millones de seguidores de su cuenta en Twitter: “Debido a Rodolfo Rosas Moya, que me debe mucho dinero, México nunca más volverá a ser sede del concurso Miss Universo’’. En este mensaje podría estar la clave del desprecio que ha demostrado Trump hacia los mexicanos. La historia detrás del trino es un complejo litigio legal entre la organización Miss Universe, de la cual Trump era socio mayoritario, y varios empresarios mexicanos. Rodolfo Rosas Moya, la persona atacada con nombre y apellido en el tuit de Trump, es un ingeniero urbanizador de una prospera zona turística del Caribe mexicano conocida como la Riviera Maya. Rosas, de 60 años, fue parte de un grupo de empresarios de la zona que logró que el concurso de Miss Universo escogiera a Cancún en 2007 como una de las sedes del certamen de belleza en México. Los empresarios pensaban que el concurso ayudaría a relanzar ante el mundo la imagen turística de la zona, que había sufrido sensiblemente con los embates del huracán Wilma el año anterior. Miss Universe suscribió un contrato de anfitrión con Grupo Promotor MU México y un contrato de garantía de los patrocinios con el empresario mexicano Pedro Rodríguez y con la firma Comercializadora Ronac. Rosas es accionista de Ronac. Los mexicanos se comprometieron a obtener el patrocinio del concurso por parte de los gobiernos de Ciudad de México, Cancún y Chiapas. También asumieron la organización administrativa del evento que es visto por más de 1,000 millones de televidentes. Las tres ciudades aportaron un total de 6.5 millones...

La frontera virtual: vuelve y juega

La frontera de México con Estados Unidos es el símbolo más visible de la guerra contra la inmigración ilegal. Políticos radicales y moderados del Partido Republicano y algunos demócratas coinciden en que la zona se debe fortalecer pese a que el número de indocumentados que la cruzan se ha reducido. En lo que difieren es en la magnitud del proyecto. La propuesta más ambiciosa, pregonada por Donald Trump, consiste en construir un muro de concreto a lo largo de las casi 2,000 millas. En cualquier caso la frontera es una vez más una oportunidad de negocios para las empresas de defensa y seguridad. Además de las barreras físicas ya instaladas, el gobierno federal le está apostando a una tecnología que ya fracasó. En 2011, la Oficina de Protección Fronteriza debió cancelar el proyecto SBI-net system de vigilancia virtual de la frontera que había asignado a la empresa Boeing. Hasta ese momento había costado 1,100 millones de dólares y solo cubría 53 millas en el estado de Arizona. “La tecnología que usaron no funcionaba nada. Porque estaba en el desierto y la arena fue un problema con las cámaras. Cuando había un viento, las cámaras no funcionaban. Tampoco podían distinguir inmigrantes y animales cruzando en el desierto”, explicó Marc Rosenblum, analista de Migration Policy Institute. Una investigación de la Oficina de Contabilidad del Congreso, GAO, por su nombre en inglés, detectó 1,300 defectos en equipos entre los cuales citó fallas en las pruebas e incumplimientos sistemáticos. El muro virtual ha sido levantado de nuevo. El gobierno adjudicó un contrato para la adquisición de un sistema similar a la empresa EFW,...

Las dos caras de FAIR

La Federación por la Reforma de Inmigración en Estados Unidos (FAIR, por sus siglas en inglés), es una de las organizaciones antiinmigrante más influyente en Washington. FAIR propugna por una reforma radical y otras medidas que buscan la deportación del mayor número de indocumentados, la reducción al máximo de la inmigración legal y el fortalecimiento de las fronteras. La organización se precia de contar con más de 250,000 miembros y seguidores tanto conservadores como liberales y de que sus miembros han testificado ante el Congreso de Estados Unidos. En sus oficinas se preparan informes sobre el tema y se diseñan estrategias de cabildeo (lobbying). De acuerdo con su página de internet, FAIR invirtió 160,449 dólares en cabildeo en 2014. Como contribuciones a victorias del movimiento antimigración FAIR cita el hundimiento en el Congreso de la reforma migratoria y las iniciativas de Arizona y Alabama. Otras organizaciones han criticado a FAIR por sus vínculos con personalidades que promueven teorías sobre la superioridad de la raza blanca. Entre esas organizaciones está el Southern Poverty Law Center (SPLC), una fundación que monitorea grupos de odio. SPLC sostiene que John Tanton, el fundador de FAIR y quien estuvo en la junta directiva de la institución hasta el 2011, ha hecho declaraciones que reflejan una sospechosa afinidad con las ideologías de grupos de odio como el Ku Klux Klan y los negadores del Holocausto. “Sabemos lo que hay detrás. Sabemos las raíces de estas ideas. Sabemos que están conectados a grupos que han sido fundados por personas que apoyan el régimen Nazi”, dijo a Univision Tania Galloni, directora de SPLC de la Florida. “No creemos...