Marvin Corado calculó que sería feliz al quedar libre. “Como éramos antes’’, dijo, en víspera de salir del centro de detención Broward Transitional Center, en Pompano Beach, al sur de Florida en 2012. “Una familia que nada de estos obstáculos los pudieron separar”. Los obstáculos de lo que hablaba Corado tenían que ver con con el drama que han vivido él, su esposa y su hija desde que llegaron a Estados Unidos en busca de trabajo y tranquilidad hace 16 años. Los Corado no lograron lo que soñaban. “No regresó el marido que salió un día de mi casa a trabajar (…) No sé, no sé qué ha pasado pero mi vida no ha sido la misma desde que lamentablemente él entró a migración’’, dijo su esposa, Leslie. Durante tres años y medio el equipo de Univision Investiga siguió los pasos de este inmigrante guatemalteco de 32 años para entender el alcance de todos los negocios lícitos e ilícitos que han girado alrededor de su drama, desde el día en que su padre hipotecó su casa para pagarle al traficante que lo trajo a Estados Unidos hasta el último pago de un abogado de inmigración en Miami. El tiempo que Marvin estuvo en el centro de detención para migrantes significó en promedio un ingreso superior a 20,000 dólares para GEO Group, la empresa dueña de ese centro. Para el año que Marvin estuvo detenido GEO Group recibía del gobierno federal un promedio de 166 dólares por detenido cada noche, una cifra que hoy asciende a 193 dólares. “La inmigración es un negocio muy lucrativo para los inversionistas, los accionistas y los...