La precariedad económica en que viven en la isla hace que muchos cubanos se quieran ir a vivir a otro país. Más de la mitad de quienes desean irse quieren hacerlo a Estados Unidos, no solo por la cercanía sino porque allí viven muchos de sus familiares. Pero viajar al exterior no es su única aspiración. El clima de apertura los ha hecho ser más optimistas y fijarse metas alcanzables dentro del propio país, como abrir su propio negocio, abrir una cuenta de ahorros, comprar un carro, o simplemente adquirir un electrodoméstico que les alivie su vida. La educación y la salud no son preocupaciones. La mayoría de los cubanos se sienten satisfechos con el sistema educativo, a pesar de que un alto número de encuestados no han alcanzado un grado profesional. Y lo mismo pasa con el sistema de salud.