Relaciones Estados Unidos Cuba

Los cubanos están hartos del embargo. Llevan más de 50 años oyendo decir que es la fuente de sus males. Por eso apoyan la apertura de relaciones Cuba–Estados Unidos. Aunque no creen que cambie el sistema político, sí creen que lo hará el económico. De allí que vean con buenos ojos al presidente Obama y al Papa Francisco. Les interesa que Obama visite Cuba y Castro Estados Unidos. Su preocupación es fundamentalmente económica.

Remesas

La tercera parte de la población cubana recibe remesas. Más de la mitad recibe menos de 1,000 dólares al año, pero con un PIB per cápita apenas superior a 6,000 dólares al año según el Banco Mundial, la cifra es considerable. Más aún si se compara con el salario medio, que según el ONEI era de 466 pesos cubanos en 2012 (unos 264 dólares al año). Aunque un alto porcentaje de encuestados quisiera tener su propio negocio, muy pocos invierten sus remesas. El hecho de que las remesas se usen en su mayoría para cubrir los gastos diarios es un desahogo para la economía, y un respiro para el sistema político.

Expectativas

La precariedad económica en que viven en la isla hace que muchos cubanos se quieran ir a vivir a otro país. Más de la mitad de quienes desean irse quieren hacerlo a Estados Unidos, no solo por la cercanía sino porque allí viven muchos de sus familiares. Pero viajar al exterior no es su única aspiración. El clima de apertura los ha hecho ser más optimistas y fijarse metas alcanzables dentro del propio país, como abrir su propio negocio, abrir una cuenta de ahorros, comprar un carro, o simplemente adquirir un electrodoméstico que les alivie su vida. La educación y la salud no son preocupaciones. La mayoría de los cubanos se sienten satisfechos con el sistema educativo, a pesar de que un alto número de encuestados no han alcanzado un grado profesional. Y lo mismo pasa con el sistema de salud.

La libertad de opinión

Más de 65 años de un régimen opresivo no pasan en vano. La mayoría de los cubanos dicen no estar listos para expresarse libremente. Pero amparados en el anonimato, no dudan en criticar al régimen. La opinión sobre el Partido Comunista es demoledora. Y aunque mejor, la opinión sobre los dos grandes líderes también es negativa: Raúl, quien ha impulsado una tímida apertura tiene 47% de favorabilidad y 48% de opinión negativa. Fidel tiene 44% positiva y 50% negativa. En general, hay un núcleo de apoyo al régimen que parece coincidir con el porcentaje de encuestados que trabaja para el gobierno. En materia religiosa hay cierta apertura. Aunque la mayoría de los cubanos dicen ser “no religiosos“, el número católicos es importante, lo mismo que el número de cubanos que practican la santería.

Tecnología y comunicaciones

Dadas las restricciones existentes, Cuba sigue estando muy atrasada en el proceso de globalización impulsado por las nuevas tecnologías. Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba, la densidad telefónica (fija y celular) es inferior a 30 por cada 100 habitantes. Pese a ello, un gran número de encuestados dice tener una línea fija en su casa y acceso a un celular. La respuesta parece remitir más al número de usuarios que de aparatos, ya que muchos de estos son compartidos por varias personas. En Internet, la situación es mucho peor. Muy pocos dicen tener acceso a la red y la gran mayoría de ellos lo hace en sitios públicos (cafés, escuelas, universidades y sitios de trabajo). Solo una de cada cinco personas con acceso a la red tiene Internet en la casa. Lo que quiere decir que solo el 3.3% de la población puede conectarse en el hogar. Los que tienen acceso a redes sociales usan Facebook para comunicarse con el exterior.