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ANÁLISIS

Entre la esperanza y las carencias para el futuro

Por Carmen Graciela Díaz

Los jóvenes en Estados Unidos parecen no saber lo que no saben. Aunque los recién egresados de high schools del sector público evalúan positivamente las escuelas donde han estudiado al igual que a sus maestros o consejeros, cuando llegan a la universidad o al mundo laboral ciertos aspectos de la realidad los golpean: no están tan preparados como creían para navegar el territorio académico y laboral.

Ese es uno de los hallazgos principales de la encuesta nacional que realizó la firma Bendixen & Amandi International para Univision Noticias y el XQ Institute, con el fin de  conocer la experiencia que tuvieron los graduados en la escuela y la calidad de la educación que recibieron.

Del 10 al 21 de agosto de 2015, los encuestadores consultaron a 2,200 jóvenes que se graduaron uno o dos años atrás, incluyendo 600 hispanos y 600 afroamericanos. Uno de los objetivos del estudio era, precisamente, comparar la experiencia de los hispanos y los afroamericanos con la que tuvieron el resto de sus pares. (Las tablas adjuntas, permiten comparar puntualmente cada una de las respuestas de la encuesta).

30% de los encuestados hispanos dijeron que su high school merece una “A”.

Los jóvenes, entre 18 y 20 años en su mayoría, tienen una percepción positiva de su high school. Al evaluar la preparación que recibieron, 30% de los encuestados hispanos dijeron que su high school merece una “A” mientras que para el 45% esta se lleva una “B”. Entretanto, 30% describieron como “Excelente” y 50% como “Buena” la calidad de la educación que sus maestros les impartieron. Aquí vale preguntarse si lo “bueno” es suficiente, en cuanto a educación se refiere, y qué aspectos deben ajustarse para que la excelencia prime desde la docencia hasta el estudiantado.

La opinión positiva se extiende a los propios consejeros, o maestros, pues 85% de los hispanos contestaron que estos los motivaron para ingresar a la universidad. De igual modo, los hispanos se muestran optimistas ante el futuro pues 56% afirmaron que tendrán “muchas oportunidades” para lograr las cosas que quieren en su vida laboral y personal. Entre los afroamericanos la cifra es aún más alta: 63%.

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Faltas y recomendaciones

La percepción de calidad y las expectativas que los jóvenes reportan no concuerdan, sin embargo, con respuestas específicas que revelan que el sistema educativo no está cumpliendo con los estándares académicos de excelencia necesarios en materias como inglés y matemáticas, el uso de la tecnología o ciertos conocimientos que los estudiantes precisan para tener una preparación óptima para la universidad y el mundo laboral.

“En general, ¿cuán bien lo(a) preparó la educación secundaria para la universidad?”, preguntaron los encuestadores a estudiantes matriculados en la universidad, a lo que 45% de los hispanos respondieron “muy bien” (frente al 80% que había ponderado como “excelente o “buena” la calidad de la educación). Lo mismo se les preguntó sobre la calidad de la preparación que tuvieron para el mundo laboral a quienes trabajan y no estudian actualmente y tan solo 38% y 37% de los hispanos y los afroamericanos, respectivamente, contestaron sentirse capaces de hacer lo que se espera de ellos.

38% de los hispanos contestaron sentirse capaces de hacer lo que se espera de ellos.

Lo anterior se refleja en que, entre los estudiantes matriculados en la universidad, 40% de los encuestados hispanos y 50% de los afroamericanos necesitaron apuntarse en algún curso remedial en matemáticas, inglés o ambas materias una vez entraron a la universidad o incluso antes. Esas cifras son preocupantes si se considera que, según un estudio de College Complete America de 2012, miles de estudiantes aceptados en la universidad nunca se presentan para sus clases remediales por la frustración que eso les produce, lo que a su vez puede atentar con las tasas de graduación.

Muchas voces han sostenido que la escuela debe ser un ambiente de estímulo y reto constante, pero apenas 40% de los hispanos señalaron que sus expectativas académicas en high school eran altas y que fueron retados significativamente. Eso tiene consecuencias. El día a día en la universidad o en el trabajo les prueba que carecen de una estela de herramientas para poder sobrellevar exitosamente ambos mundos.

Tomando eso en cuenta, y luego de conocer las expectativas del mundo académico y laboral, los encuestados señalaron algunos cursos a los que les hubiera gustado tener más acceso en la escuela secundaria: 50% de los hispanos dijeron que les hubiese gustado tener cursos en oratoria y más destrezas para hacer presentaciones. En general, 44% de ellos hubiesen deseado mayores destrezas y habilidades de comunicación.

44% de los hispanos hubiesen deseado mayores destrezas en comunicación.

Las secuelas no se sienten únicamente en el plano académico. En el terreno laboral, entre los jóvenes que trabajan y no están estudiando, solo 17% de los hispanos encuestados aseguraron que se sintieron capacitados “para muchos” empleos en comparación con el 27% de los afroamericanos.

Aunque los encuestados, de la media nacional, respondieron que su high school les requirió escribir documentos (71%), realizar investigaciones (50%) y participar en experimentos de laboratorio (58%) para poder graduarse, a menos de la mitad les pidieron hacer experimentos o comprobar una hipótesis (43%).

El proceso de establecer y probar una hipótesis tiene mucho que ver con el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes y bastante se ha enfatizado que fomentar el pensamiento analítico es una estrategia docente para las aulas y las complejidades de la vida.

Today’s daily routines cannot be understood without technology and the ways in which people work, study and socialize through the Internet. Schools in the 21st century are adapting to this context, but there are still some areas that need to be dealt with.

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Tecnología y aspiraciones 

La cotidianidad del presente no puede entenderse sin la tecnología y las formas en que las personas trabajan, estudian y socializan a través de Internet. Las escuelas del siglo 21 se acomodan bastante a ese contexto pero todavía hay unos espacios que atender.

De los encuestados hispanos, 76% dijeron haber tenido el acceso a la tecnología que necesitaban para completar el trabajo escolar, 41% indicaron haber tenido computadoras en un laboratorio o biblioteca y 63% dijeron que habían tenido que hacer research en Internet. Además de eso, 79% dijeron haber preparado documentos con programas como Microsoft Word, 41% hicieron hojas de cálculo en programas como Microsoft Excel y 24% trabajaron con bases de datos en programas como Microsoft Access.

76% de los hispanos dijeron haber tenido acceso a la tecnología en su trabajo escolar.

Sin embargo, solo 23% de los hispanos consideraron que su escuela hizo un trabajo “excelente” respecto a la preparación tecnológica que necesitaban para estar bien preparados en el momento de ingresar al mundo universitario o laboral.

Otro aspecto esencial de la encuesta es la panorámica que se obtiene del interés que tienen los jóvenes en la educación y la política.

Los encuestadores encontraron que 25% de los hispanos respondieron tener mucho interés en la política y la participación cívica y que más de la mitad indicaron que el tema de la educación era importante al considerar por quién votar (57%).

25% de los hispanos dijeron tener mucho interés en la política y la participación cívica.

Algunos de los temas que tienen mayor relevancia para los jóvenes hispanos al considerar por quién votar en las elecciones presidenciales de 2016 son la educación y las escuelas públicas (27%), la economía y los trabajos (22%), la reforma migratoria (17%, frente al 9% de la media nacional y 5% de los encuestados afroamericanos), la igualdad de salarios para hombres y mujeres (14%) la atención médica (13%) y la igualdad para la comunidad LGBT (12%).

“Cuando piensa en lo que necesita para alcanzar sus metas y sueños, ¿cuán importante es tener una buena educación secundaria?”, se les preguntó y 71% de los hispanos respondieron que esa preparación era, en efecto, “muy importante”. No obstante, apenas 25% de los hispanos encuestados revelaron que su escuela hizo un trabajo “excelente” haciéndoles comprender con claridad las expectativas, conocimientos y habilidades que necesitarían para su futuro.

Los datos quedan como una voz de los egresados de high school en cuanto al trecho que queda por recorrer para una educación de excelencia.

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