El segundo lago más grande de Bolivia tras el Titicaca ha desaparecido dejando a los pescadores que vivían de él sumidos en la pobreza y condenados a la migración. Textos: Lorena Arroyo / Fotografía: Pablo Cozzaglio
Pescadores en el desierto
Para los aimaras de Untavi, un pueblo que solía estar a la orilla del Poopó, la desaparición del lago significa la pérdida de su sustento diario.
La desaparición del lago Poopó supone la pérdida de un ecosistema: algunas especies murieron y otras migraron. La lluvia difícilmente podría revertir la situación.